16/12/01

¿Qué es ser homosexual? (8)

Odio tantas cosas...

Odio, por ejemplo, la frivolidad. Odio también la falta de honestidad, el desamor, el desapego. De la misma manera, odio la insensibilidad, la mentira. Odio a quienes hacen gala de estos defectos. Odio a quienes juegan con mis sentimientos, a los que necesitan una cifra mínima para demostrar respeto. Odio a quienes piensan que a lo más profundo que pueden llegar... es a las amígdalas. Si generalizara... odiaría al mundo.

Pero te encontré y, a través tuyo, encontré a jóvenes seres pensantes, dignos de la elite más maravillosa. ¿Cómo lo hice? A través de SMaQ, buscando pornografía (para variar).
No sé qué fue lo que me atrajo a seguir ese link, pero de pronto me encontré con una recopilación maravillosa de textos escritos por los hombrecitos inteligentes con los que sueño encontrarme algún día. En algún punto de esta maraña de cables hay gente que piensa y siente, hay gente que esta sola y no lo merece. Corrijo: habemos. Debo agradecerte por darme esta oportunidad de expresarme y de ser leído así como de disfrutar las expresiones tuyas y de los chicos que colaboran contigo. De ahora en más tienes en mí a un fiel seguidor.

Debería contarte algo de mí, ¿verdad?
Está bien. Acabo de cumplir diecisiete años y busco fervientemente al amor de mi vida. Vivo en O., que es una mediana ciudad del interior de la República Argentina. Es mediana pero aún conserva un incómodo espíritu de pueblo, de caserío. Todos nos conocemos, podría decirse, y cualquier conducta inapropiada (aunque sabes que lo que refiero no es una conducta inapropiada) significaría embarrar un nombre, o dos, por toda una vida.
En la mía han habido enamoramientos solitarios, llantos injustificados y tanteos de los que prefiero no acordarme. Y no he conseguido lo que quiero.

Esto que te escribo empezó siendo un texto de desahogo que ni siquiera tenía destinatario y terminó convirtiéndose en una carta que espero sea publicada entre las muchas que recibes. Entonces, ahora que me he derretido en bien merecidos elogios hacia ti, me gustaría dar un par de consejos: en una página de este tipo sería muy reconfortante encontrar un apartado donde los corazones solitarios podamos completar algunos campos y así pasar a conformar una base de datos para ser conocidos por los demás. Una lista de contactos, bah. Pero no una cualquiera. Sería una para quienes no creemos en el sexo sin amor, para quienes tenemos la ilusión de que el amor de nuestra vida alguna vez visitó tu pagina. Tú mismo podrías ser quien decida quién es en realidad una persona lo suficientemente buena como para entrar en tu lista. Deberíamos demostrarlo, y tendríamos que desnudar nuestra alma para convencerte. Si esto sirviera para conformar una sola pareja, tendrías motivo suficiente para regocijarte.
¿Sabes? La Web es grande y cualquier cosa hay en ella. Me ha chocado un poco encontrar en tu página material que está directamente ligado al sexo porque sí. No es porque me las dé de pacato ni nada así, porque no lo soy. Pero tu mismo diste un carácter a tu obra y los textos a los que me refiero constituyen puras disonancias. Hay otros espacios donde cualquiera puede publicar, sin pagar un centavo, las historias que quiera contándonos como penetró a tal chico o cómo era el miembro que chupó la noche anterior. En tu página no debería haber este material explícito, aunque sí “sugerente”. Te pido que conserves tu línea y no cedas para publicar material con el único objetivo de hacer cantidad. Son solo sugerencias, siempre intentando ser constructivas. Por último, pero no menos importante, y como pienso que la mayoría de los chicos que entran en este sitio son gente como yo, me gustaría contactarme con algunos. Para ellos, les dejo mi dirección de correo electrónico, que es contranatura@topmail.com.ar, y mi número de ICQ: 55823705.
Tuyo,

David (Argentina)
contranatura@topmail.com.ar

Se irán añadiendo más testimonios de los chicos que nos escriban hablando sobre este tema.

Volver